PRE-POSTULANTADO:

Jesús dio media vuelta y viendo que lo seguían, les preguntó: ¿Qué buscan? Y ellos le contestaron: Maestro, ¿dónde te hospedas?  Él les dijo: Vengan y verán. (Juan 1,37-39)

 

Esta etapa tiene como referencia el texto bíblico (Juan 1,35-39) y se le conoce como etapa “VEN Y VE”. Por medio de una experiencia comunitaria de 3 a 12 meses la joven realiza su primer paso formal de conocer e integrarse a la Congregación, es un tiempo para continuar discerniendo su llamado y para familiarizarse con nuestra misión, espiritualidad e historia. Se vive la vida de oración personal y comunitaria, la vida de comunidad y ministerios.

El señor dijo a Abrahán: deja tu tierra, tus parientes y la casa de tu padre, y vete a la tierra que yo te indicaré. Yo haré de ti un gran pueblo, te bendeciré y haré famoso tu nombre, que será una bendición. (Génesis, 12,1-2)

Esta etapa tiene como referencia el texto bíblico (Gn. 12,1) y se le conoce como

“LEJ LEJÁ”  (לך-לך)en hebreo significa “deja tu tierra”. El período de formación de esta etapa es de dos a tres años. Durante este tiempo las postulantes continúan su formación de manera integral profundizando cada vez más en el Carisma, historia de la Congregación, estudios bíblicos, estudios de inglés, judaísmo, formación psicológica, acompañamiento, etc.  Al ser un miembro de la Congregación formarás parte de la vida comunitaria y  ministerios de las hermanas.

 

Además, el último año de postulantado la joven tendrá una experiencia internacional en alguno de los países de lengua inglesa de la Congregación esto con el objetivo de conocer otras realidades de la Congregación fuera de la región de América Central y para que profundice en los estudios de inglés y se prepare para el Noviciado Congregacional, en el cual la formación será recibida en inglés.

 

 

Nuestro noviciado es Congregacional y consta de un período de dos años. Todas las postulantes de la Congregación recibirán la formación juntas en Ein Karem, Israel por lo que el idioma común es inglés.

El noviciado es Jerusalén porque es considerado el corazón de la Congregación y el lugar donde nació nuestra fe cristiana, como hermanas de Sion es importante profundizar en nuestras raíces judeocristianas y así tener la experiencia del diálogo interreligioso con musulmanes y judíos.

AÑO CANÓNICO:  Es el primer de noviciado y tiene como referencia el texto bíblico (Éxodo 19-20) y se le conoce como “SINAÍ”

“Yo, el Señor, soy tu Dios…” (Éxodo 20, 2)

Esta etapa es un tiempo para que la joven siga profundizando su relación con Dios y su llamado; por medio del silencio y la oración como Moisés haga su caminar en el desierto y descubra quién es Dios y a qué le llama.

La formación será más rigurosa y profunda sobre temas propios de la Congregación, biblia, por medio de la visita y estudio de los lugares bíblicos, los votos religiosos, la Vida Consagrada, estudios de nuestros fundadores, carisma,  misión, Iglesia, diálogo interreligioso, etc.

Las jóvenes tendrán la oportunidad de conocer la vida de las hermanas y sus ministerios en Jerusalén, además, podrán compartir con los hermanos de Sion que también se encuentran en Jerusalén.

AÑO APOSTÓLICO: Es el segundo año de noviciado y tiene como referencia el texto bíblico (Mt 10,1-15)  y se le conoce como “VE Y PROCLAMA”.

«Id proclamando que el Reino de los Cielos está cerca.» (Mateo 10,7)

En esta etapa la novicia realizará una experiencia apostólica y comunitaria en alguna de las regiones de nuestra Congregación.

Después de completar el noviciado, la joven profesa los votos de Castidad, Pobreza y Obediencia por tres años.

 

Esta etapa tiene como referencia el texto bíblico (Lc. 24, 13-35) y se conoce como “CAMINO DE EMAÚS”.

“¿No estaba ardiendo nuestro corazón dentro de nosotros cuando nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?” (Lucas 24, 32)

Durante esta etapa de formación la hermana de Sion continua integrando la vida de oración personal y comunitaria, estudios bíblicos u otros relacionados al carisma, Idiomas, etc.

Como hermanas apostólicas estamos llamadas a vivir y servir en el mundo de hoy desde nuestros ministerios.

 

Este es el momento en el que la hermana profesa para siempre los votos de castidad, pobreza y obediencia. Comprometiéndose a continuar dando testimonio de la fidelidad del amor de Dios hacia el pueblo judío, la Iglesia y el mundo. Constituciones, NDS # 13. Por medio de este compromiso somos llamada hacer vida el Reino de Justicia, de paz y amor.

 

Para una hermana de Sion la formación continua será parte esencial de su vocación religiosa. Cada hermana es responsable de vivir esta formación desde el llamado que Dios le hace de manera única y especial