La luz de María sigue brillando en Sion
En el contexto de los 183 años del acontecimiento del 20 de enero hacemos memoria de la gracia que recibió el Padre María Alfonso Ratisbona el 20 de enero de 1842,“Hacía un momento me encontraba en la Iglesia cuando de golpe me sentí
penetrado de una turbación inexpresable; levanté los ojos, todo el edificio había desaparecido ante mí. Una sola capilla, por decirlo así, había concentrado toda su luz y en medio de esta irradiación apareció ella, la Virgen, pareció decirme: “está bien”, Ella no me dijo nada, pero yo lo comprendí todo… yo la he visto tal como está aquí[1].
Esta experiencia del Padre María sigue llenando nuestras vidas como familia de Sion y por eso durante esta semana
también nos unimos por zoom para hacer la novena, en la cual pedimos la intercesión de María nuestra madre por la Iglesia y las necesidades del mundo. Nos comparte Alicia Campos, asociada de Sion del Salvador su experiencia de vivir la novena “El unirme a la novena y vivirla nuevamente en la gran familia de Sion ha sido una experiencia linda, el compartir con las hermanas y asociados. Celebrar los 183 años de la aparición de la Virgen al padre María Alfonso y leer cada día de la novena un párrafo de la historia del acontecimiento del 20 de enero, nos hace recordar las raíces de la Congregación y continuar con la obra de Sion desde donde nos encontramos.
Además, este 19 de enero del 2025 nuestra capilla se vistió de gala para recibir a la familia de Sion que se reunió para compartir la alegría de ser miembros de la Iglesia y de Sion; amigos, familiares, laicos y hermanas de Nuestra Señora de Sion celebramos la eucaristía agradeciendo a Dios por la semilla que significó este acontecimiento para la fundación de la Congregación de Nuestra Señora de Sion.
Laura Abarca, nos comparte su experiencia en este día “En la eucaristía de hoy reafirmamos el amor de María una mujer y madre valiente, entregada, sencilla que por intercesión de su hijo continúa guiando esta obra y manteniendo firme el carisma de la Congregación, el cual es un regalo del Señor para cada uno de nosotros. Que en esta mirada sigamos encontrando paz, fuerza, alegría, al igual que el padre María Alfonso hace 183 años”.
Otro motivo para agradecer a Dios son las bodas de diamante de Sor María Luisa Castillo, que hoy también celebramos, por eso juntos como familia de Sion decimos como María, ¡Magnificat!
[1] El Acontecimiento del 20 de enero. Pág. 139.